Se cuenta se dice y se rumorea que hay una burrita llamada lucera que pasea por el pueblo de Orea, recorre las calles con su singular contoneo, mira al frente orgullosa de sentir que el pueblo es suyo, todos la miran con ternura porque es una burrita con luz propia, pero es muy presumida y no se deja acariciar por nadie es arisca.
Una tarde de esas que suele escaparse llego hasta el molino que hay cerca de la carretera, al parecer tenia una cita con su amiga la vaca Margarita que también hace de las suyas por el pueblo, el caso es que juntas pastan en el arroyo y comentan las tropelías de los amos:
- ¿Sabes? hoy se olvidaron de cerrar la puerta del gallinero ja, ja. - Comenta la vaca Margarita.
- Pero eso es terrible.- Se asombra Lucera sin parar de comer.
- No te creas, es gracioso ver a mi amo buscando huevos por todos los rincones, y verlo correr tras las gallinas para poder encerrarlas de nuevo, que por cierto el gallo casi le saca un ojo con el espolón y el amo fue corriendo a buscar un palo para pegarlo, con tan mala pata que metió la pierna en un cubo lleno de agua. En fin un desastre querida.
- Pero el gallo esta bien ¿no?- pregunto Lucera con los ojos como platos.
- Si claro no te apures, el gallo se ríe de el todas las mañanas cuando sale el sol jajajajaa.
Las dos ríen.
-Pues a mi, mi amo me pone todos lo días el pastor eléctrico para que no pueda salir del recinto, pero yo quiero ver cosas y quiero explorar, el no se entera que mi pelo es muy duro y largo y no me da mucha corriente así es que me voy cuando quiero jejeje. - presume lucera.
-¿No se da cuenta o que?, si te escapas todos los días debería tu dueño poner otro método ¿no? - Pregunta Margarita.
-Mira, ayer me escape y me fui a la plaza del ayuntamiento, me fui al cuartel y cuando se quiso dar cuenta ya estaba de vuelta, no se da cuenta que yo siempre vuelvo, y el muy tonto me busca, los humanos tropiezan demasiadas veces en la misma piedra, a mi me gusta mi pueblo y solo quiero pasear. A por cierto deje a mi amo encerrado en la cuadra sin darme cuenta, con una coz cerré el pestillo, jajajaaaa.
- Pues será mejor que vuelvas Lucera que tu amo no es de comer paja y se puede atragantar.
Lucera y Margarita siguieron un rato mas comiendo y riendo, hasta que Reina la madre de Lucera y Rosalinda la madre de Margarita decidieron poner fin a su escapada, no fue mucha la reprimenda y quedaron para verse de nuevo en la fuente de la jícara.
Si alguna vez veis a Lucera camino del pueblo será porque a quedado con Margarita para contarse sus cosas que para eso son amigas.
FIN
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